Caso Romina Aguilar: comienzan las pericias telefónicas
Un experto de la Policía Bonaerense, examinará mañana los teléfonos celulares secuestrados durante una serie de allanamientos. En total son 25 celulares y 9 tarjetas SIM (chips).
Romina Aguilar, murió el 30 de enero pasado. Al salir de su hogar ubicado en la capital puntana en su camioneta Renault Duster fue ejecutada. Ese sábado a la mañana tenía previsto viajar a La Calera (donde su esposo era intendente) a cursar el plan PIE.
Apenas salió, dos hombres que se movilizaban en una moto de110 cilindradas, la sorprendieron. Uno de ellos (el acompañante) descendió repentinamente del vehículo y la dejó sin vida al dispararle dos veces.
El 19 de febrero la Comisaría 1era, recibió la orden del juez en la instrucción Penal Nº 1, Sebastián Cadelago Filippi, ya a cargo de la investigación de la causa, de allanar la casa de Gastón Nadalini, mecánico que trabaja con su par Franco Manuel Mitchell Puebla, en un taller de motos ubicado en avenida Ejército de los Andes 1213.
Ambos jóvenes comprometieron a Leandro el “Bocón” Vilchez y a Edivaldo de Oliveira Pereira como los autores del crimen de Aguilar. Dijeron que Diego Lorenzetti, marido de Aguilar, les habría ofrecido 200 mil pesos para asesinarla.
El conductor de la motocicleta, el jockey brasileño Oliveira, en su declaración en el juzgado el 29 de febrero, dijo haber estado desconcertado al momento de ejecutar el crimen ya que sólo tenían órdenes de robarle, pero el “Bocón” Vílchez (quien disparó, según la acusación) explicó a su compañero que el homicidio había sido por encargo de Lorenzetti.
El perito de los aparatos celulares, puede reflejar los nexos y aportar datos entre el supuesto autor intelectual del homicidio (Lorenzetti), y los perpetuadores del mismo.
Filippi, ordenó allanar la casa de Puebla, situada en Granaderos Puntanos 1327, en el barrio Jardín Aeropuerto donde incautaron dos teléfonos celulares, otros equipos móviles sin uso, y varias tarjetas SIM, según informó el jefe de la comisaría 2da, Juan Barroso. También se llevaron los teléfonos de la madre y de la hermana.
Durante el allanamiento que se realizó en la casa de Nadalini, en el monoblock 19 del barrio ATE Nº 1, en la calle 12 de Octubre, se secuestraron ocho celulares y una batería, los cuales ya están en manos del juzgado, detalló el subcomisario Rubén Ochoa.
Luego, el juez ordenó a la comisaría 23ra, allanar el taller de motos ubicado sobre avenida Ejército de los Andes, pero no encontraron dispositivos celulares, dijo el jefe de la seccional, Fabián Giménez.
El estudio de los aparatos, lo efectuará el perito en telefonía de La Plata, Buenos Aires, teniente primero Daniel Giles. Después de la serie de allanamientos Cadelago Filippi busca contar con las pruebas suficientes para el momento de la acusación.
El magistrado ordenó el perito de Giles, “determinar el funcionamiento y extraer los registros del directorio telefónico de llamadas, mensajes texto y de WhatsApp, imágenes, audios, videos y datos que sean propicios para la causa”.
El abogado de Lorenzetti, Carlos Salomón, observó la decisión del juez. Sostuvo que “no están acreditados todos los títulos del perito (Giles) para verificar los teléfonos”.
Por otro lado, el experto no sólo esclarecería el enlace entre Lorenzetti, Vilchez y Oliveira, sino que podría demostrar la función de Héctor el “Chori” Heredia, quien sería el encargado de establecer el lazo entre el trío.
Heredia, con domicilio en el barrio CGT de la ciudad de San Luis, es primo de Vilchez y estuvo casado con una prima de Lorenzetti, padrino de su hija.